domingo, 19 de abril de 2009

Los ecologistas exigen la paralización de las obras del puerto industrial de Granadilla

Las asociaciones ecologistas reclaman la anulación del estudio sobre el impacto ambiental del puerto de Granadilla, en Tenerife, y piden al Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino que actúe en defensa del ecosistema marino de la isla.
Por Adrián Verdugo (MamáTierra en CeroPretensiones)


Proyecto del puerto de Granadilla/Greenpeace


Greenpeace, WWF, Ecologistas en Acción y SEO/Birdlife son las organizaciones que han exigido la inmediata intervención del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino para finalizar con las irregularidades derivadas del trámite ambiental del Puerto de Granadilla. El punto más controvertido de sus exigencias se refiere a la anulación de la declaración de impacto ambiental del proyecto, aprobada en febrero de 2003.

Además, esta reclamación se complementa con la denuncia del grupo ecologista canario Ben Magec que, tras apelar a la legislación europea en materia de espacios protegidos, consiguió paralizar la Orden del Gobierno de Canarias, que pretendía descatalogar como especie protegida a las praderas submarinas de la costa de Granadilla de Abona, compuestas principalmente por sebadales (video).De haberse aprobado la Orden, los promotores del puerto habrían construido sobre este fondo marino de incalculable valor biológico.

Ante esta situación, los ecologistas, junto con el apoyo de la comunidad científica canaria, con el prestigioso botánico Wolfredo Wildpret de la Torre a la cabeza, han remitido a Elena Espinosa, ministra de Medio Ambiente, una petición para que declare los sebadales como especie protegida. De las misma manera se lo han exigido al Gobierno de Canarias, al que acusan de falta de transparencia y complicidad con los empresarios. Así, los grupos arremeten contra la posición de algunos políticos canarios, que respaldan la posición de los sectores empresariales y presionan al Tribunal Superior de Justicia de Canarias para que reinicie las obras del puerto.

En su defensa, Domingo Berriel, consejero de Medio Ambiente del Gobierno de Canarias, alega que "es incorrecta la inclusión de los sebadales en el Catálogo Canario de Especiaes Amenazadas". Sin embargo, esta postura contrasta con la posición de los científicos canarios. Para Wolfredo Wildpret de la Torre resulta imprescindible la declaración de los sebadales de Canarias como "hábitat en peligro de desaparición". Además, el botánico ha denunciado que las obras también afectarían a otras especies de la REd Natura 2000, como la tortuga boba y la Reserva Natural de Montaña Roja.

Costa de Granadilla en Tenerife/Greenpeace


Por otra parte la sociedad civil también ha mostrado su rechazo contra el puerto de Granadilla. El pasado 14 de marzo fueron 50.000 personas las que, convocadas por Wildpret de la Torre, marcharon por las calles de Tenerife para protestar contra la construcción de este puerto industrial. Al final de la manifestación se hizo referencia al peritaje presentado ante el Tribunal Superior de Justicia de Canarias, en el que se dudaba de la viabilidad del proyecto, puesto que la Granadilla es una zona de fuertes vientos, lo que imposibilitaría el comercio aéreo y dificultaría bastante las tareas de carga y descarga.


Ante estas evidencias de fracaso y destrucción del medio ambiente, los grupos ecologistas plantean ampliar el Puerto de Santa Cruz de Tenerife, una solución que a su juicio resultaría más sostenible y económica que el puerto de Granadilla. Y esta parece ser la opción más adecuada, puesto que este planteamiento también es el que comparten desde la comunidad científica y desde la Plataforma Ciudadana contra el puerto de Granadilla.

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